Artículo de Opinión
Para lograr un proceso de descentralización exitoso es imprescindible que las finanzas de los gobiernos regionales y locales sean sólidas y sostenibles, en particular considerando que los gobiernos subnacionales ejecutan casi dos tercios de la inversión pública (un tercio en términos de los gastos corrientes) y acumulan deuda en alrededor de 4% del PBI. Para ello es sumamente importante el cumplimiento de las reglas fiscales, las cuales han sido cambiadas recientemente por el nuevo Marco de la Responsabilidad y Transparencia Fiscal para los gobiernos regionales y locales (D.Leg. 1275).
El nuevo marco fiscal para los gobiernos subnacionales establece también que el MEF dará acompañamiento técnico a aquellos gobiernos que se encuentren sujetos a sanciones por el incumplimiento de las reglas fiscales. Para implementar esto se creará una unidad especializada en el MEF que brindará el apoyo a los gobiernos subnacionales. Esta es una medida sustancial para asegurar que las cuentas fiscales de los gobiernos subnacionales se mantengan ordenadas.
Sin embargo, teniendo en cuenta que actualmente existen alrededor de 1900 gobiernos subnacionales (incluyendo los 26 gobiernos regionales), los cuales son altamente heterogéneos, esta labor del MEF de brindar apoyo técnico puede ser muy intensiva en recursos. Como una forma eficiente para orientar estos esfuerzos, se podrían focalizar, al menos en una primera etapa, en aquellos gobiernos subnacionales cuya contribución al riesgo de sostenibilidad fiscal sea mayor.
Para ello, se pueden tener en cuenta algunos factores que capturan la incidencia de los gobiernos subnacionales al riesgo fiscal agregado, como son por ejemplo: el tamaño económico, el grado de apalancamiento y el grado de dependencia de sus ingresos a fuentes de financiamiento que no son de su control (por ejemplo aquellos asociados a la explotación de recursos naturales como el Canon y las Regalías). Teniendo en cuenta estas tres dimensiones, en un reciente reporte elaborado por la Secretaría Técnica del Consejo Fiscal, estimamos que alrededor de 130 gobiernos subnacionales de mayor tamaño, apalancamiento y dependencia fiscal concentran la mayor incidencia al riesgo fiscal, acumulando el 82 por ciento del total de la deuda subnacional en el 2015.
Por otro lado, el nuevo marco fiscal para los gobiernos subnacionales establece también que aquellos gobiernos que cuenten con calificación crediticia alta se encuentran exonerados del cumplimiento de las reglas fiscales para realizar operaciones de endeudamiento. Esta disposición puede generar riesgos fiscales asociados a la falta de control sobre el nivel de endeudamiento de dichos gobiernos. Tales riesgos se derivan de: (i) la mayor importancia sistémica de los gobiernos subnacionales aptos para obtener una calificación crediticia; (ii) las distorsiones en las calificaciones crediticias asociadas el sesgo optimista por la garantía implícita o explícita existente del Gobierno Central a las emisiones de deuda de los gobiernos subnacionales; y (iii) las limitaciones de las calificaciones crediticias para anticipar problemas fiscales según lo observado en la experiencia internacional reciente.
Es distinto utilizar las calificaciones crediticias como una herramienta complementaria para el análisis de la situación financiera de los gobiernos subnacionales, que utilizarlas como un sustituto a la aplicación de las reglas.
Carlos Montoro
Director de Estudios Macrofiscales
Secretaría Técnica del Consejo Fiscal