Artículo de Opinión
El mensaje presidencial del pasado 28 de julio incluyó varios mensajes económicos, los cuales han sido complementados por las declaraciones del presidente de la República y del ministro de Economía y Finanzas, que valen la pena resaltar:
Los cambios institucionales que se han dado para la implementación de la Reconstrucción con Cambios, así como también el anuncio del destrabe de la Línea 2 del Metro, dan señales de que es factible que este plan de reactivación funcione y de que el año 2018 sea mejor en términos de crecimiento.
Este giro en la dirección de la política económica hacia la reactivación en el corto plazo es oportuno, teniendo en cuenta los tres choques negativos que sufrió la economía en los últimos meses: la contracción fiscal del último trimestre de 2016, Lava Jato y el Niño Costero.
Cabe mencionar que en el mensaje presidencial estuvieron ausentes los anuncios ofrecidos respecto a las conclusiones de la Comisión de Protección Social y del consejo consultivo de la Estrategia de Formalización, lo cual se encuentra explicado muy probablemente por su limitada relevancia ante la coyuntura actual. Sin embargo, es importante que estas conclusiones se discutan e incluyan en la agenda de mediano plazo de política económica del país.
Respecto al mediano plazo, es vital también que se continúen iniciativas que promuevan la diversificación productiva, como por ejemplo las mesas ejecutivas.
Al respecto, es importante entender el dilema (“trade-off”): un ajuste fiscal durante un periodo de desaceleración tiene un efecto importante en la dinámica de ejecución del gasto público (es como una gran locomotora que cuando se para cuesta hacerla arrancar nuevamente), versus el impacto en el costo de financiamiento (si lo hubiera) de una potencial rebaja en la calificación crediticia por no hacer el ajuste. Por otro lado, ¿debería la política fiscal estar completamente condicionada a una calificación crediticia?
Se ha reconocido que hubo una falla en dimensionar este diagnóstico, el cual fue advertido por el Consejo Fiscal cuando se le pidió opinión sobre la situación en que se encontraban las finanzas públicas al inicio del gobierno.
Ante esta situación de los ingresos públicos, es necesario que se tomen medidas adicionales para recuperar la presión tributaria, y así poder cumplir con el objetivo de consolidación fiscal propuesto al 2021.
Finalmente, teniendo en cuenta que aún hay espacio para corregir errores, es factible todavía revertir el cambio de una regla fiscal basada en el déficit estructural a una de déficit observado (vigente recién a partir de 2018), el cual hace que el gasto público sea procíclico y volátil.
Carlos Montoro
Director de Estudios Macrofiscales del Consejo Fiscal